La controvertida apuesta del “Cote” Ossandón
Considerado como una de las figuras más polémicas del mundo político, el parlamentario intenta posicionarse con un discurso pro transparencia, en el que no escatima disparar sin piedad contra su propio sector.
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Con un estilo frontal, con el que no desperdicia oportunidad para mostrarse como un "outsider", el senador de RN, Manuel José Ossandón, despliega la estrategia que ha diseñado para intentar cumplir por todos los medios posibles, con su propósito de transformarse en el abanderado presidencial de la oposición.
Es con ese fin que juega sus cartas, apostando en el último tiempo como "as" de triunfo al discurso pro transparencia que ha ido enarbolando desde que estallaran los casos de las platas políticas, aun a costa de disparar sin piedad en contra de su propio sector político.
Pese a que su actitud es permanentemente criticada por personeros de oposición, quienes lo califican de "francotirador", e incluso sus cercanos tampoco comparten que tenga como constante blanco a los dirigentes de la derecha, el "Cote" Ossandón no se amilana, en parte porque asume que ello le ha rendido políticamente.
En esa línea hizo su última jugada el lunes cuando irrumpió en la reunión habitual de Chile Vamos proponiendo que dicha coalición formara un comité de ética que pudiera sancionar a aquellos personeros que aparecieran comprometidos en casos de irregularidades, propuesta que aun cuando fue desestimada por los dirigentes del conglomerado que defendieron la autonomía de cada partido, le permitió mostrarse como el adalid de quienes abogan por la transparencia.
De acuerdo a los cálculos del parlamentario, su decisión es no claudicar en mantener esta conducta, porque entiende que ha sido la mejor manera de posicionarse, lo que confirma la ubicación que ha alcanzado en las encuestas, especialmente en las últimas mediciones del CEP que lo sitúan entre los políticos mejor evaluados.
Para el autoproclamado candidato presidencial, los resultados del sondeo de diciembre que lo situaron en quinto lugar y a sólo dos puntos de Sebastián Piñera, representaron un éxito que lo animaron a seguir sin tregua, al interpretar que su performance era la constatación de que su discurso tenía acogida en la ciudadanía.
Confrontar a Piñera
Como lo demuestra todo su comportamiento, lo que reafirma con sus dichos, el principal desafío que se ha impuesto Ossandón es desbancar a Piñera en la carrera presidencial, con quien ha marcado diferencias desde su gobierno, al que criticó fuertemente luego de no haber sido nominado en un ministerio social como él esperó.
Para lograr su propósito, lo primero que está buscando el parlamentario es transformarse en el candidato oficial de RN, en lo que tendría terreno ganado por el respaldo que genera entre las bases, las que además aspiran a tener un abanderado de sus filas, lo que juega en contra de Piñera luego de que éste decidiera no retomar la militancia tras abandonar La Moneda.
En esa línea se entiende el respaldo que decidió entregarle al diputado Cristián Monckeberg para que continúe al mando del partido, frente a la posibilidad de que pudiera pelearle el cargo el senador Andrés Allamand, básicamente por entender que con un liderazgo como el del actual presidente, tiene más opciones de influir en las decisiones partidistas, que si llegara Allamand quien, además de su fuerza propia, en el último tiempo se ha reconciliado con Piñera.
Es posible, en todo caso, que Monckeberg continúe al menos hasta después de las municipales, idea que está sobre la mesa y que deberá decidir el Consejo General de mañana sábado, lo que resultaría funcional para las intenciones de Ossandón, desde el momento en que el actual presidente estaría comprometido a acelerar la nominación del presidenciable de RN.
La jugada de ambos apuntaría a que el "Cote" se impondría, en parte porque los otros dirigentes que han declarado su intención de ser presidenciables no competirían, pero además porque cuenta con el respaldo incondicional de personeros como el ex presidente, Carlos Larraín, quién mantiene un importante ascendiente en las bases.
En ese cuadro, la expectativa de Ossandón es llegar como el abanderado de RN a la primaria de Chile Vamos en la que supone que si no el único, su real contendor sería Piñera, al que cree sinceramente que le podría ganar no sólo con el apoyo de su partido, sino con el discurso de que él representa una derecha distinta, que no es la económica del ex presidente, sino una social cristiana -como lo ha dicho- con la esperanza de atraer electorado independiente pro DC que está decepcionado de ese partido, el que podría acudir a votar para detener a Piñera.
La amenaza parecería ser real, al punto que se trata de un escenario que les preocupa a los piñeristas de RN, quienes son partidarios de una primaria abierta de la oposición, en la que compitan todos en las mismas condiciones –incluidos los demás de dicho partido con intereses presidenciales- puesto que de esa manera se reducen las posibilidades de Ossandón.
Poco conocimiento
Las ínfulas presidenciales del polémico senador se han acrecentado en la misma medida en que comenzó a aparecer en las encuestas como el personaje mejor evaluado de su sector, solamente por debajo de Piñera, lo que coincidió con el discurso crecientemente crítico a su sector, después de que estallaran los casos de las irregularidades de las platas políticas.
Pero Ossandón sabe que la CEP, que es la encuesta que lo ha posicionado, por una parte no mide intención de voto –en lo que Piñera lo supera con creces en las mediciones que sí lo hacen- a lo que se agrega que el gran problema que tiene es su bajo nivel de conocimiento que llega sólo a 57% frente al 98% del ex presidente.
De acuerdo a sus cálculos, si es que aumenta esta última cifra, el panorama se le hace más auspicioso para lograr el objetivo que se ha propuesto, de ser el personaje mejor evaluado de la derecha superando a Piñera, porque está seguro de que aun cuando no implique respaldo, eso lo posiciona como presidenciable en la percepción ciudadana.
Es por esa razón que el ahora senador-candidato se ha propuesto llegar al menos a un 70% de conocimiento este año, para lo cual ha impulsado algunas iniciativas como su página web en que bajo el título de "Bienvenidas las Críticas" responde a todos los comentarios que se le hacen con el mismo estilo que se le conoce en sus declaraciones públicas, en la que desestima acusaciones de que es un "populista" o una "desleal".
Paralelamente a la puesta en marcha de su campaña, para lo cual es asesorado por una empresa de publicidad, Ossandón pretende continuar recorriendo el país, especialmente para la campaña municipal, en la que al hacerlo en la calidad de presidenciable, espera no sólo captar adeptos, sino también ampliar su margen de conocimiento para mejorar en las encuestas.
Los riesgos
El problema es que para lograr un mayor grado de conocimiento, la receta que le ha dado efecto es disparar contra su propio sector, lo que no sólo es criticado por quienes se oponen a él en la propia derecha por considerarlo un "francotirador" que no actúa lealmente, sino también por algunos de sus cercanos que consideran que es un error táctico, puesto que como indican los sondeos, quienes lo evalúan positivamente son mayoritariamente quienes se declaran de izquierda, los que nunca votarían por él.
Pero Ossandón no parece dispuesto a cambiar un ápice su estrategia, como lo confirmó en los últimos días, cuando incluso planteó que RN debía revisar su participación en Chile Vamos luego de conocerse los correos de Longueira, críticas que no silenció después de la renuncia del ex líder de la UDI, al afirmar que el problema general no estaba resuelto.
Es que él sabe que ese discurso prende en medio del hastío ciudadano con los políticos por los casos de irregularidades, pero además, que ese estilo disidente es el que le permite tener prensa asegurada, lo que le importa sobremanera para su propósito de ampliar su rango de conocimiento.
Pero toda su jugada, si bien hasta ahora le ha redituado, corre el riesgo de ir generando más anticuerpos en la oposición donde lo tildan hasta de "traidor", lo que podría hacerlo perder su apuesta de que si logra la candidatura, la derecha no tendría más opción que respaldarlo a él, porque es lo que muchos aseguran que no harían jamás.
Es que entre quienes lo cuestionan con dureza, tanto en su partido, como en la UDI o en los demás de la coalición, no están en disposición para aceptarle sus críticas constantes, al punto que algunos aluden a que llegado el momento, podrían comenzar a apuntar en contra de sus debilidades, como la falta de equipo o propuestas serias, lo que acusan que se refleja en la insignificancia que tiene como senador, puesto que no participa nunca de ningún debate de importancia, mientras se limita a presentar un sinnúmero de proyectos irrelevantes, como el de sancionar a quienes hacen pitanzas telefónicas.
Es una arremetida que podría darse si es que Ossandón insiste en no renunciar a su estilo, porque en la derecha no desconocen que su disidencia les produce daño, la que sólo han logrado contener en el Senado cuando ha aparecido tentado a respaldar propuestas del oficialismo que podrían rendirle electoralmente.
Es por eso que les preocupa su controvertida apuesta, desde el momento en que no pocos perciben que en una situación como es la que se encuentra dicho sector, se den las condiciones para que irrumpa un especie de Trump a la chilena, con todo lo que ello implica.